Felipe Aravena: «El sindicato me guio y estuvo siempre atento a mis estudios y postulación»
Dicen que los cambios siempre son buenos. Más aún cuando son resultado del esfuerzo y se transforman en el premio final de una etapa que se deja atrás para dar inicio a nuevas experiencias.
Así lo siente Felipe Aravena, socio del sindicato 2 que arribó recientemente a la sucursal San Luis de Macul como asistente de servicio en caja. Desde su nuevo puesto recuerda con cariño sus días en Mall Estación San Borja como vigilante privado, y reconoce la valiosa experiencia y conocimientos de seguridad que le brindó este cargo.
Lo cierto es que Felipe quiere crecer y ponerse nuevos desafíos en lo profesional. Por eso no dudó al momento de decidirse a hacer el curso de cajero en una de las instituciones con que el sindicato tiene convenio. «En ese momento me acerqué a los directivos, porque los conocía bien y había compartido muchos instantes con ellos cuando estuve en la sucursal Arauco Estación. Desde el minuto uno me guiaron en el proceso de estudio y cada cierto tiempo me preguntaban cómo me estaba yendo, qué necesitaba, cómo me sentía, qué me faltaba, etc. Había una preocupación permanente de parte de ellos. El sindicato me guio y siempre estuvo atento, tanto en mi estudio como en mi postulación a cajero», recuerda Felipe.
La responsabilidad de un padre
El año 2015 Felipe inició labores en BancoEstadoExpress y, aunque tenía una sucursal de planta, desarrolló varias veces función de reemplazo o apoyo en distintas sucursales de Chile. Valoraba mucho su puesto como vigilante privado, pero mantenía una preocupación: su hija.
Claro, le inquietaba el estar más expuesto a posibles situaciones de violencia o de riesgo porque debía cuidar al máximo su integridad para proteger a Constanza. ¿La razón? La pequeña de hoy 9 años había perdido a su madre el año 2016, quedando Felipe a cargo como su único cuidador.
Hoy, este socio intenta reconstruir una familia junto a su nueva pareja con el convencimiento de que saldrá adelante gracias a su empuje y sentido del deber. «Una de las cosas destacadas en mi forma de ser, y que aprendí de mis años como vigilante, es la puntualidad, la asistencia y la responsabilidad. Eso me ayuda mucho en mi trabajo diario», señala.
Felipe se siente contento y con ganas de aprender muchas cosas más. Disfruta de su trabajo y de su tiempo libre, dedicándole horas a la tecnología, la computación y los videojuegos… sus principales hobbies. Pero lo principal es que Felipe se siente tranquilo… sabe que todos los días Constanza lo espera para compartir tiempo juntos como padre e hija.
Claudia encina / 30 marzo, 2022
Felicidades a Felipe, gran persona y padre. Tuve el privilegio de conocerlo y trabajar con él. Me alegro mucho por su ascenso.